El fiscal Alberto Nisman reiteró que el ex presidente Carlos Menem brindó protección al ciudadano sirio-argentino Alberto Kanoore Edul (h), quien según las investigaciones habría participado en la planificación del atentado a la AMIA, cometido el 18 de julio de 1994 y que provocó 85 muertos y 200 heridos.
Para Nisman, “a sólo quince días” de la voladura de la mutual “la orden” en el Gobierno “era proteger a Kanoore Edul” y por eso, entre otras situaciones, fue avisado de que su vivienda iba a ser allanada por la policía.
Según el fiscal, Kanoore, quien ayer en una conferencia de prensa dijo ser “inocente” en el caso, tenía vinculaciones con el ex agregado cultural de la Embajada de Irán en Argentina, Moshen Rabbani, a quien consideró “el epicentro de la conexión local” que organizó el ataque terrorista a la mutual judía.
Por eso, Nisman aseveró que “Irán es un Estado terrorista que protege a los dirigentes que tienen pedido de captura por INTERPOL”, como es el caso de Rabbani.
El fiscal participó este miércoles de un encuentro organizado en Buenos Aires por la Asociación de Abogados Judíos de la República Argentina (AAJRA), y allí explicó algunas cuestiones relativas a la causa judicial.
Nisman dijo que el régimen de Teherán “protege” a personas como Rabbani y “no las va a entregar” a la Justicia argentina.
“Es más, conocemos que Irán prohibió a los funcionarios implicados salir del país. En un contacto que tuvimos en INTERPOL con un iraní, el funcionario reconoció que hicieron volver de la India a un diplomático por temor a que se lo capturara”, agregó.
Nisman afirmó que el atentado “fue planificado por el Consejo Superior iraní”, en represalia porque el gobierno de Menem “interrumpió” la vigencia de “unos contratos de tecnología que la Argentina tenía con la administración de Teherán desde la década del 80”.
“Menem suspende los contratos por un tiempo antes del atentado a la Embajada de Israel, y los deja sin efecto en 1993, un año antes del atentado a la AMIA”, sostuvo.
El fiscal también hizo referencia al rol que cumplió en el inicio de la causa el ex juez federal Juan José Galeano.
“Me dijo en 2000 que sin Menem podíamos volver a investigar a Edul, pero ya estaba al tanto de todo. Al principio Galeano había actuado como corresponde, pero en un momento se había producido un punto de inflexión en la investigación y no pudimos determinar cuál”, expresó.
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